La enseñanza del cine y la televisión en Venezuela
27 de octubre de 1987I Simposio REFLEXIÓN SOBRE EL DISCURSO AUDIOVISUAL
6 de abril de 1988Este articulo muestra lo difícil que resulta para el productor independiente competir ante la maquinaria establecida por los canales de televisión nacional, expone que existe un mercado amplio en los televidente que desean encontrar una variada y diversa programación, hace referencia los obstáculos y maniobras que enfrentan los productores locales ante la desleal competencia extranjera la cual no paga impuestos, y mide costos que generan esos programa importados, finaliza con la necesidad de contar con una tecnología que permita llevar señal a todos los rincones de la geografía nacional.
“El negocio de la ilusión llamó Oswaldo Capriles a este negocio de la TV. Pero, no es negocio de la ilusión para quien detenta la concesión. Sí lo es para nosotros productores venezolanos, que tenemos mensaje s para dar, obras por hacer para la TV, y cuyas puertas encontramos totalmente cerradas”.
"El Negocio de la Ilusión" ó "Televisión Nacional Independiente", artículo del crítico Oswaldo Capriles, publicado el pasado 11 de octubre en el Papel Literario me hizo vibrar como productora y redactar esta respuesta. La importancia de su artículo se resume en sus últimas líneas con las cuales me hago solidaria: Hay realizadores y audiencias esperando encontrarse en una nueva programación.
Es cierto, hay productores nacionales independientes con obra realizada sin pantalla donde mostrarla, con obra por realizar taponea-da por el sistema anticonstitucional de comercialización que es uso y costumbre en la televisión venezolana, tanto privada como del Estado, canales 2, 4, y 8. Hay "publicistas y anunciantes" que estarían dis -puestos a conformar el equipo de Patrocinantes necesarios para los nuevos programas, quienes no pueden colocar un programa con contenido nacional, producido por un productor independiente venezolano, porque los espacios a ser programados son coto cerrado de los propietarios de la concesión radio eléctrica que es cada canal de TV y no se les deja entrar. Este empeño de producción nacional independiente es ilusión, es falacia ante leyes muertas. ) ¿Para producir programas nacionales de TV hay que tener garantía de pantalla, antena de trasmisión, respaldo de un canal.
La Constitución Nacional en el Capítulo III relativo a los Derechos individuales, art. 66 establece: "Todos tienen el derecho de expresar su pensamiento de viva voz o por escrito y de hacer uso para ello de cualquier medio de difusión, sin que pueda establecerse censura - previa. El Reglamento de Radiocomunicaciones, en. su artículo 2c, establece: "Los servicios radioeléctricos son de la exclusiva competencia del Estado, y solo excepcionalmente se concederá permiso para establecer servicios de esta índole a particulares cuando a juicio del Ejecutivo Federal hubiere razones para ello...
El problema de la producción nacional independiente es claro y transparente y sus causas son las siguientes:
- La Televisión venezolana está pagada, y se pagan sus costos totales, por los ingresos provenientes de la publicidad. En otros países como Francia por ejemplo, los usurarios, el público televisivo, paga un impuesto directo anual destinado, a la producción de programas de TV. Y el modus operandi es el siguiente: Al adquirir un receptor de TV, un televisor, se llena una ficha con todos los datos del comprador: Nombre, dirección, teléfono., y mientras ese aparato -exista, él paga un impuesto al Estado, úselo o no. Al venderlo se traspasa el impuesto al nuevo comprador!!! país de millones de habitantes y receptores se conforma un presupuesto destinado a la pro- ducción nacional. Además, la publicidad televisiva, más costosa aún que entre nosotros, suma también a los ingresos de la pantalla.
- La televisión venezolana vive fundamentalmente de la publicidad, de telenovelas y hoy de las ventas al extranjero. Cada canal 2, 4, y 8 tiene sus tarifas adaptadas a. los diferentes horarios en los cuales se contrata la exhibición o "pasada" de una cuña. Según el Reglamento en referencia, hasta 15 minutos en cada hora, pueden ser destinados por la planta televisora a la transmisión de cuñas, de promociones de futuros programas y de identificación de la planta emisora. Esos 15 minutos pueden alcanzar, por ejemplo,30 "pasadas" de 30 segundos cada una y pueden costar un promedio de Bs 25.000,oo lo cual le dá al espacio, un, ingreso posible de 750.000,oo por hora. Esta cifra no en horario estelar. El cine de los domingos, las telenovelas,, ciertos programas especiales, fútbol, etc, son los programas millonarios donde es más costoso anunciar. Patrocinar un programa de.1/2 hora, con presentación y despedida más dos comerciales de, 30" cuesta una cantidad menor de Bs 50.000,oo en un programa no muy importante. Existen las tarifas de Pre-Venta que tradicionalmente han venido manteniendo el precio del año anterior si ordenadas en dicha pre-venta y las cuales este año sufrirán además un aumento hacia el 32 o 4s trimestre del 88, debido a la inflación galopante del país.
- Las plantas televisoras son las dueñas de los espacios y las únicas con potestad de programar (conviene distinguir clara -mente entre producción, el proceso de crear, .fabricar un programa y el hecho de programar consistente en establecer el horario y el día en el cual cada programa es transmitido),. El. Gerente de Programación distribuye los programas en el horario que considere más rentable, entendiendo mayor rating, audiencia frente a los televisores y posibilidad de vender cuñas, spots publicitarios, dentro del mismo. Por otra parte la TV vive de las ingresos provenientes de la publicidad. Los anunciantes, a su vez,, son trabajados por los publicitas para colocar sus mensajes en la T.V. Se forma así un sistema cadena, interdependiente: El anunciante debe siempre vender y aumentar la venta de sus productos y puede requerir el medio TV, el cual le maneja el publicista quien, a su vez vive del 20% que le concede en comisión de ventas la plata de T.V, Esta, con esos ingresos, financia su presupuesto de personal, equipos, mantenimiento, administración, producción y ganancias, El consumidor paga, en cada producto que adquiere (jabones,etc) en el mercado, un % de precio que implica al presupuesto anual de la empresa fabricante destinado a publicidad. Constituyen los presupuestos publicitarios un costo más dentro de la estructura de cosas de cada producto.
Nuestra TV al Desnudo: La producción de programas de-TV realizada por las plantas, en última instancia, la está pagando Juan Bimba, Ud. y Yo « Todos la pagamos, Pero: No controlamos para nada la producción ni la programación. Estas dependen de los Gerentes respectivos y en instancias superiores del Presidente de la Planta y de su Junta Directiva.
Se incumple la Constitutución Nacional y el Reglamento de Radiocomunicaciones pues aquel. venezolano productor de TV, independiente, que tiene un mensaje que dar, -así como un escritor puede editar un libro: escribirlo, imprimirlo y ponerlo a circular-, no puede hacer lo mismo con su escritura audiovisual. No encuentra fórmula para transmitirla.
Ni aún encontrando patrocinantes dispuestos a pagar como sucedió en mi caso particular -con RCTV, con VENEVISION y con VTV-, que llevando siete anunciantes a través de dos agencias de publicidad, para ser colocados sus comerciales en. un programa infantil de media hora, no lo quisieron programar!!! No interesa. Los programas transmitidos son los que las plantas ubérrimamente deciden y ello en función de intereses particulares de xa empresa, que dejan de responder, muchas veces, a intereses colectivos como son y deben ser los del uso de los medios masivos de comunicación.
4.- Las plantas televisoras pagan los programas importados a $14,50. Uhahora/TV de,,un buen programa importado puede valer $ 3.000, Digamos que Venezuela compra a $ 2.000. Esos$2.00.0 a Bs.14-,50 no son más que Bs 29.000, con esa ganga no hay ni que pensar en la. posibilidad de brindar la oportunidad al productor independiente de que produzca un programa local, con contenido nacional.
El trabajo de doblaje de buenos programas extranjeros es un negocio trasnacional, no de producción nacional. Comprado el programa extranjero, financiado por sus Patrocinantes y por el intercambio del valor del trabajo de traducción y doblaje que se realizará acá, doblado al español, por tecnología y personal locales, lo cual es muy importante y plausible, vuelve al extranjero con el insumo local de la traducción y doblaje al español, para ser luego vendido por sus propietarios,, según el Copyright, a otros países de habla hispana. Eso, señores, no.es lo que nos interesa a los productores independientes venezolanos, que queremos escribir, producir, post-producir, exhibir y comercializar nacional e internacíonalmente programas con nuestra idiosincrasia.
Nuestros costos de producción, por la línea? más baja, están en Bs 10.000,oo el minuto, lo cual hace a una hora de TV de 45 minutos costar Bs 450.000.,00. ¿Quién puede competir contra Bs 96.000,oo -$3.000 a Bs 32-? y ese sería el más costoso programa extranjero pasado en Venezuela hoy si pagado a dolar libre!. Los enlatados pueden costar entre $500 y $3.000.
El problema de los cortometrajes y en general del cine para la T.V. es además otro. La producción realizada sin miras precisas a la programación televisiva, no cumple en la mayoría de los casos con la duración requerida por la programación de las plantas que está ceñida a reglas estrictas. Una hora de TV comercial es de 4.5. minutos. La media hora., 22-23 minutos. Los cortos deben tener esa duración precisa y permitir además, en media hora de TV, tener presentación, despedida y dos cortes comerciales para los mensajes publicitarios que totalicen 7 1/2 minutos. Si la estructura y duración del corto no resiste este esquema, es difícilmente programable.
Los productores independientes venezolanos, tanto de video para TV como de cine para TV tienen que unirse y formar una asociación o cámara sólida para negociar con los canales de T,v., una cuota de producción y de pantalla; para exigir, a través del Congreso Nacional, una Ley de Impuestos a la Compra de Programas Extranjeros, ya que hace falta hacer lo que recíprocamente si nos facturan otros países: Al momento de comprarnos un programa de TV nos deducen, como lo hace Francia, 33% del pago a efectuar al productor, como impuesto que ingresa al fisco francés.
Los programas de TV extranjeros acá, no pagan impuestos, pero el productor independiente nacional sí paga todas las máquinas v cassettes que utiliza como insumos y medios a $ libre, impuestos incluidos.
No se favorece así él desarrollo de la creación y producción audiovisual nacional. Nadie protesta con argumentos y menos tiene el tiempo y el dinero, el poder que se requiere, para arremeter con el monopolio que conforman los canales 2 y 4 y el absurdo status de la TV del Estado que en verdad es la TV del partido que gobierna en Venezuela.
En la radio todavía se puede contratar espacios y por eso y con las felicitaciones merecidas por el caso, Isa Dobles puede seguir llevando adelante su programa "Botón de Arranque", mientras dure el contrato firmado entre ella y la emisora privaba. En la TV desde que fue expulsado Renny Ottolina, no se contratan espacios. La figura -del productor independiente se erradicó.
Fuente: Periódico el nacional, Papel literario.
31 de Enero de 1988