Tele Seminario EL CINE EN LA ERA DIGITAL en Iberoamérica y España
20 de diciembre de 2001
Entrevista Profesora María Cristina Capriles en Alta Densidad
12 de noviembre de 2012Necesito para vivir amor y libertad, libertad y amor.
El amor y la libertad son y están en mi, no son autónomos, se dan en función de otros, de los otros, otras personas.
En esta ópera minúscula trataré especialmente del amor, por no decir exclusivamente, ya que su interrelación con la libertad no permite el deslinde absoluto.
El amor creí conocerlo, pero hoy descubrí que no sabía nada de lo que esencialmente es el amor y ¿por qué?… si creía que había vivido tanto por haber conocido novios, un primer marido, el divorcio, posteriores amantes, el segundo marido… nueva ruptura,.. la noria…
Un acontecimiento que me dejó en shock por varios meses fue la mecha que despertó mi necesidad de tratar de aprehender y comprender lo que es el amor, al menos para la mujer, y en este momento intuyo que para el hombre también es igual, aunque lo manifieste de diferente manera.
Creo que es posible que lo que el amor es para mi, lo sea para toda mujer… todavía no se si para el hombre. Necesitaría hablar de esto con hombres sinceros que expresen sus sentimientos con claridad… si acaso los reconocen y pueden desdibujar. O bien, encontrarlo en la literatura.
¿Existe la verdad? Este es otro tema que me inquieta. Acá será suficiente afirmar que lo que digo es verdad, entendiendo por verdad la adecuación de los hechos a la realidad, la mía.
Descubrí hace poco, descubrí -no inventé- porque era así y siempre lo fue pero yo no lo sabía, que el amor no es el otro, ¨mi amor¨ no está en el otro, ese vocablo es sólo un decir que objetiva mi sentir. El amor es un sentimiento MÍO, una pulsión MÍA, está en mi ser, forma parte de mi vida y de mi personalidad y sólo yo tengo la potestad de seleccionar y ponerlo tanto en mí como en otro u otros seres.
Ese amor mío, es mío independientemente del otro, por eso mi amor por mi misma me lleva a amarme, a cuidarme, a atenderme, a engalanarme, a…
Los mandamientos de la Ley de Dios establecen en el primero: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Esto simplemente, haciendo alusión a la reiteración de las Tablas de Moisés. A partir de allí y por tanto, lo primero eres TU, es decir, soy YO. Me amo a mi porque existo, y si no existo, cuando muera, mi amor muere con mi cuerpo aunque pueda trascender por mi espíritu en las ideas lanzadas, en las obras creadas, en las acciones ejecutadas. Y en los hijos.
El problema del amor para el hombre y la mujer es que necesita ser correspondido, exige respuesta, tiene la necesidad de ser puesto en otros seres y ser correspondido por ellos y la respuesta del otro se puede volver CARENCIA PARA MI cuando no se encuentra al ser adecuado en quien volcar el sentimiento o cuando seleccionada y encontrada esa persona, luego se la pierde.
-Yo te amo, dicen la novia al novio, el novio a la novia… llenos de ilusiones. El amor sentimiento se pone en el otro: en la pareja, también y a la vez en la madre, el padre, los hijos, los hermanos, la abuela, la tía, el maestro, la madrina, el médico, en Dios… en quien cada uno quiera. Se ofrece libremente para cada persona de diferente manera y cada amor constituye un evento único, valioso y definitivamente individual. Así se ama a varios hijos y cada uno recibe el amor único. Por eso se afirma que la capacidad de amar es infinita.
El problema fundamental del amor se patenta en el que se da y se vive en pareja: el amor a la pareja, con la pareja, de la pareja, en tiempo presente y durante el transcurrir de la vida. Desde el enfoque de la mujer, en el amor por el amigo que se desenvuelve en noviazgo y matrimonio, en el amor por el novio, por el marido... en el amor por el concubino, en el amor por el amante, en el amor adúltero, en cualquiera especificidad del amor.
El amor de dos concubinos entre sí es el amor libre, sin mas ataduras que las autoimpuestas entre dos solteros, dos divorciados, o un divorciado y un soltero que conviven.
El amor adúltero es el que incluye a dos casados, o al mínimo uno, quienes conservan aparte a sus respectivos consortes, con engaño o no, o entre un casado y un divorciado, o un casado y un soltero. A este amor adúltero recurre la literatura, es el que lleva al drama por implicar traición.
El amor es un sentimiento tan fuerte que no se puede reprimir sin que explote, por eso busca al objeto del amor y se pone el amor en la pareja, responde a la necesidad de amar y ser amado. El estado pleno del amor es su materialización con reciprocidad.
Esta necesidad si no es satisfecha hace obnubilar, engaña, autoengaña. La necesidad irresoluta de conseguir el amor, de darlo y recibirlo, de la compañía y el compartir con el otro, en el caso de su ausencia, es carencia que provoca dolor, profundo dolor. Este dolor, malestar, tristeza, permite conocer el amor, por contrarios. Al amor se le tiene por felicidad y a su carencia por tristeza, dolor, acongojamiento.
El amor sentimiento en la pareja lleva a la fusión sexual y el amor sexual es la mas fuerte pulsión humana. Eros es superior a Tánatos. Por Eros se hacen guerras, Elena de Troya, se libran batallas, se mata, se va a la cárcel... Eros lleva a Tánatos. Tánatos no conduce a Eros.
La educación sexual que al fin ha comenzado a impartirse es muy importante, aún falta enriquecerla con una educación que contemple también al amor sentimiento y los valores que a su alrededor actúan.
Parece que la conquista de un amor lo fuese todo y que su coronación sea el obtenerlo. Se olvida que lo valioso y realmente gratificante, lo permanente, lo duradero, lo estable, no se encuentra sino en la etapa posterior, la de cultivarlo, acrecentarlo, disfrutarlo, dándolo y recibiéndolo.
El disfrutar a la pareja, la convivencia, los recuerdos, las memorias, las luchas, y los tiempos juntos, los proyectos y trabajos cristalizados más los que están por emprenderse, son la realización del amor. Esto sería lo prístino, para lograr lo que todo ser humano anhela: la felicidad.
-¿Qué es el amor? La gramática también nos da una respuesta a esa pregunta.
Amor es amar, y amarse.
Amar, verbo transitivo
Amarse, verbo reflexivo
Esto que parece una nada, es demasiado importante. Muy diversos son los verbos transitivos de los reflexivos.
-¿Por qué?
-Yo me amo, es un amar muy diferente a:
-Yo amo a mamá y a papá
-Yo amo a mi hijo
-Yo amo a mi novio
-Yo amo a mi marido...
Amarme yo, es una acción en la cual yo mismo soy sujeto y objeto.
Amar al otro es una acción en la cual hay un sujeto que ama, que siente el amor y lo pone en otro ser que está afuera de si mismo. Es otra la persona quien es objeto de mi amor.
El amor se da en un sujeto, quien tiene la necesidad de encontrar el objeto a ser amado y a la vez, necesita ser correspondido, ser objeto del amor del otro. La carencia tanto en encontrar al objeto como en no recibir con reciprocidad el sentimiento, llevan a una situación carencial que puede, en niveles altos, llegar a producir angustia, soledad, depresión...
El amor correspondido lleva a la felicidad.
El amor no correspondido lleva al dolor.
"Dependencia del amor" es la situación carencial que vive quien anhela sólo y exclusivamente amar y ser amado. La carencia absoluta del sentimiento amor, que provoca la dependencia, lleva al individuo a buscar su satisfacción. La carencia, esa insatisfecha necesidad de amor, puede conducir a su dependencia, a la búsqueda desaforada. Por el contrario, su satisfacción, al vivir establemente.
La necesidad de amar y ser amado incide en el amarse a si mismo y en la búsqueda del otro. La carencia del objeto, o de recibir reciprocamente su amor, incide en la situación de estabilidad o no, anímica y emocional, del ser humano, hasta el punto que se ha llegado al suicidio por carencia.
La persona seleccionada y que a la vez elige a la primera, conforman un lazo y esta unión entrelazada es sagrada siempre y cuando no haga daño a otros, de ahí el drama del amor adúltero en el que se da el engaño.
En la sociedad actual, el amor aparentemente se ha vuelto efímero. No parecen ser importantes el compromiso, la sinceridad, la honestidad, la lealtad, la fidelidad en las parejas, y ello está llevando cada día mas a la infelicidad, al rompimiento de los matrimonios, al divorcio, a las soledades profundas, a los hijos sin padres unidos, a las familias desmembradas y por deducción, a comprender que hay que darle la "vuelta a la tortilla", es decir, poner las cosas en su puesto.
Cultivar el amor para amarse a si mismo y poder amar y ser amado por el otro, sin manipulaciones ni engaños, es lo planteado. Valores a ser analizados, cultivados, apreciados como desideratum, son el respeto, la responsabilidad, la sinceridad, la lealtad... ¡Y si no se quiere seguir mas con la pareja, plantearlo, dar la cara, NO ENGAÑAR!
Hoy pareciera que todos andan con todos, que nadie quiere de verdad a nadie, se ama la conquista como proceso de conquistar el botín y luego se desecha al conquistado... todo ello por el error profundo de no aprehender ni comprender lo que es amor, amar al otro y ser amado por ese ser amantísimo, al único que se le puede llamar: MI AMOR, o simplemente, AMOR.
Maria Cristina Capriles
Caracas, 2004